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La enfermedad de Kawasaki afecta la piel, las membranas mucosas y los ganglios linfáticos. Provoca fiebre y afecta con mayor frecuencia a niños de menos de 5 años. Es más común entre los niños de ascendencia japonesa y coreana. Los médicos desconocen la causa exacta de la enfermedad de Kawasaki, pero probablemente esté asociada a una combinación de predisposiciones genéticas, el contacto con ciertos virus y bacterias y otros factores ambientales, incluidas las sustancias químicas.
Si se realiza un diagnóstico temprano de la enfermedad de Kawasaki, los niños pueden recuperarse por completo en unos pocos días. Si no se trata, puede provocar complicaciones graves que pueden afectar al corazón.
Los niños con la enfermedad que no reciben tratamiento en las primeras etapas pueden desarrollar vasculitis, que es la inflamación de los vasos sanguíneos. Esta afección puede ser especialmente peligrosa porque puede afectar las arterias coronarias, los vasos sanguíneos que suministran sangre al corazón.
La inflamación también puede afectar el músculo cardíaco, el revestimiento, las válvulas y la membrana externa que rodea el corazón. Otras complicaciones incluyen arritmias (cambios en el ritmo cardíaco normal) o funcionamiento anormal de algunas válvulas cardíacas.
Los especialistas certificados del Norton Children’s Heart Institute, afiliado a la Facultad de Medicina de la UofL, tienen la experiencia y las habilidades para diagnosticar la enfermedad de Kawasaki y tratar la vasculitis coronaria y otras manifestaciones de la enfermedad de Kawasaki.
Norton Children’s tiene una red de servicios de diagnóstico y tratamiento de extensión convenientemente ubicados en todo Kentucky y el sur de Indiana.
Los proveedores del Norton Children’s Heart Institute pueden manejar las complicaciones de la enfermedad de Kawasaki después del diagnóstico. La mayoría de los niños se sentirá mejor dentro de los dos días posteriores al inicio del tratamiento. Por lo general, no se desarrollarán problemas cardíacos si el tratamiento comienza dentro de los 10 días del inicio de los síntomas.
La enfermedad de Kawasaki se trata inicialmente con gammaglobulina intravenosa (anticuerpos purificados de sangre de donantes). La mayoría de los niños se recupera por completo, pero algunos pueden desarrollar anomalías en las arterias coronarias después de tener la enfermedad de Kawasaki, y requerirán más pruebas y tratamientos dirigidos por un especialista del Norton Children’s Heart Institute.
Los síntomas de la enfermedad de Kawasaki suelen aparecer en etapas. La primera etapa, que puede durar hasta dos semanas, suele implicar fiebre que dura al menos cinco días.
Otros síntomas incluyen:
Durante la segunda etapa, que generalmente comienza dentro de las dos semanas a partir del inicio de la fiebre, la piel de las manos y los pies puede comenzar a pelarse en zonas grandes. Es posible que el tratamiento no prevenga este síntoma. Un niño también podría tener dolor en las articulaciones, diarrea, vómitos o dolor abdominal.
Si su hijo presenta estos síntomas, llame al médico.
La enfermedad de Kawasaki puede parecerse a otras enfermedades virales y bacterianas infantiles comunes. Ninguna prueba por sí sola puede detectar la enfermedad de Kawasaki, por lo que los médicos generalmente la diagnostican revisando los síntomas y descartando otras afecciones.
El tratamiento debe comenzar lo antes posible, idealmente dentro de los 10 días desde el inicio de la fiebre. Por lo general, el tratamiento implica dosis intravenosas de gammaglobulina (anticuerpos purificados de sangre de donantes) que ayudan al cuerpo a combatir las infecciones.
A algunos niños con la enfermedad de Kawasaki se les administra una dosis baja de aspirina durante mucho tiempo para prevenir problemas cardíacos.
Es muy importante que los niños que toman aspirina habitualmente reciban una vacuna contra la gripe anual para ayudar a prevenir enfermedades virales. Los niños que toman aspirina durante una enfermedad viral corren el riesgo de contraer síndrome de Reye, una enfermedad poco frecuente pero grave.