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La arritmia en los niños también se denomina latidos cardíacos irregulares. Ambos términos describen un ritmo cardíaco anormal. La mayoría de las arritmias son causadas por un “cortocircuito” eléctrico en el corazón.
El corazón normalmente late con un patrón constante, pero una arritmia puede hacer que lata demasiado lento, demasiado rápido o irregularmente. Esta actividad de bombeo desigual puede provocar diversos síntomas, que incluyen fatiga, mareos y dolor en el pecho.
Muchas arritmias no requieren atención médica, pero algunas pueden causar problemas de salud y deben ser evaluadas y tratadas por un médico.
En el Norton Children’s Heart Institute, afiliado a la Facultad de Medicina de la UofL, los electrofisiólogos trabajan en estrecha colaboración con enfermeros y técnicos especialmente capacitados en el laboratorio de electrofisiología para evaluar, tratar y, a menudo, curar por completo los latidos cardíacos irregulares en los niños.
Un sistema eléctrico único en el corazón hace que lata en su ritmo regular. Las señales eléctricas parten de un grupo de células ubicadas en la aurícula derecha. Esta área se llama “nódulo sinusal”. El nódulo sinusal actúa como el marcapasos natural del corazón, asegurándose de que lata a un ritmo constante la mayor parte del tiempo. El nódulo sinusal acelerará la frecuencia cardíaca en respuesta a cosas como el ejercicio, las emociones y el estrés, y disminuirá la frecuencia cardíaca durante el sueño.
En ocasiones, las señales eléctricas no se comunican correctamente con el músculo cardíaco y el corazón puede comenzar a latir a un ritmo anormal: esto se denomina “arritmia”.
Los latidos cardíacos irregulares en los niños pueden tener las siguientes causas:
Las arritmias pueden ser temporales o permanentes. Los latidos cardíacos irregulares en los niños pueden ser congénitos (presentes al nacer) o desarrollarse más adelante en la vida.
La frecuencia cardíaca es el número de latidos del corazón por minuto. Una frecuencia cardíaca “normal” difiere según la edad, el estilo de vida y otros factores.
La frecuencia cardíaca en reposo (cuán rápido late el corazón cuando una persona no realiza ninguna actividad) disminuye a medida que los niños crecen. Los rangos típicos de frecuencia cardíaca en reposo son:
Un médico puede determinar si la frecuencia cardíaca es anormalmente rápida o lenta, según la situación de la persona. Un niño mayor o un adulto con una frecuencia cardíaca lenta, por ejemplo, puede tener síntomas cuando la frecuencia cardíaca cae por debajo de 50 latidos por minuto. Los atletas entrenados generalmente tienen una frecuencia cardíaca en reposo más baja, por lo que una frecuencia cardíaca lenta para ellos no se considera anormal si no causa síntomas.
Las arritmias hacen que el corazón lata con menos eficacia, interrumpiendo el flujo de sangre al cerebro y al resto del cuerpo. Cuando el corazón late demasiado rápido, sus cavidades no pueden llenarse con suficiente sangre. Cuando late demasiado lento o irregularmente, no puede bombear suficiente sangre al cuerpo.
Si el cuerpo no recibe el suministro de sangre que necesita para funcionar sin problemas, una persona podría tener:
Las arritmias pueden ser constantes, pero la mayoría aparecen y desaparecen aleatoriamente. Algunas no causan síntomas perceptibles. En estos casos, la arritmia se puede encontrar solo durante un examen físico o una prueba de función cardíaca.
Hay varios tipos de arritmias, que incluyen:
Los médicos usan varias herramientas para diagnosticar las arritmias. Es muy importante conocer la historia clínica de un niño y dar esta información al médico. El médico usará la historia clínica y un examen físico para comenzar la evaluación. El médico podría solicitar unelectrocardiograma (ECG), una prueba que mide la actividad eléctrica del corazón. Para esta prueba indolora, el niño se acostará y se le colocarán electrodos en la piel con papeles adhesivos. Los electrodos están conectados a cables que, a su vez, se conectan al electrocardiógrafo. El ECG registra las señales eléctricas del corazón. Se pueden recomendar estos tipos de ECG:
Muchas arritmias no necesitan tratamiento. Para aquellas que sí necesitan tratamiento, el laboratorio de electrofisiología del Norton Children’s Hospital cuenta con tecnología de última generación para que nuestros cardiólogos de electrofisiología puedan tratar las arritmias. Se pueden usar estas opciones: