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Una interrupción del cayado aórtico (ICA) es una anomalía de la arteria más importante del cuerpo, la aorta. Cuando se interrumpe un cayado aórtico, significa que en algún punto de la curva, la parte que sube (aorta ascendente) termina y no se conecta a la parte que baja (aorta descendente). Esto significa que el corazón no puede enviar sangre a través de la aorta a la parte inferior del cuerpo.
Hay tres tipos de ICA:
Los especialistas del Norton Children’s Heart Institute, afiliado a la Facultad de Medicina de la UofL, el proveedor líder de cuidados cardíacos pediátricos en Louisville y el sur de Indiana, pueden ayudar a su hijo con una interrupción del cayado aórtico.
Los especialistas certificados del Norton Children’s Heart Institute tienen las habilidades y la experiencia para proporcionar un diagnóstico preciso y desarrollar un plan de tratamiento personalizado para usted y su hijo, de por vida.
Norton Children’s tiene una red de servicios de diagnóstico y tratamiento de extensión en todo Kentucky y el sur de Indiana.
Una ICA es una afección potencialmente mortal. Cuando un bebé nace con ICA, la única forma en que la parte inferior del cuerpo obtiene sangre es a través de un pequeño vaso sanguíneo llamado “conducto arterioso” y, aun así, esa sangre no contiene el nivel de oxígeno que necesitamos. El conducto arterioso normalmente se cierra por sí solo uno o dos días después del nacimiento. Cuando se cierra, un bebé con un ICA enfermará gravemente.
Los bebés con ICA por lo general parecen saludables al nacer, pero enferman gravemente durante los primeros días de vida. Los síntomas incluyen:
Una ICA casi siempre está asociada a una comunicación interventricular (CIV), que provocará un soplo cardíaco (un sonido sibilante específico) que puede ser escuchado por el personal del hospital.
El síndrome de DiGeorge es una afección asociada a la ICA tipo B. Los niños con síndrome de DiGeorge pueden tener bajos niveles de calcio y anomalías en el sistema inmunitario. Si hay sospechas del síndrome de DiGeorge, se puede diagnosticar con un análisis de sangre.
Los especialistas del Norton Children’s Heart Institute pueden diagnosticar la ICA mediante exploración por imágenes fetales antes de que nazca el bebé o después del nacimiento con un ecocardiograma. Otras pruebas pueden incluir:
La supervivencia no es posible sin cirugía. Los bebés con una ICA pueden recibir medicamentos para mantener abierto el conducto arterioso hasta que pueda llevarse a cabo la cirugía. Un bebé necesita cirugía para reparar la interrupción y conectar la aorta ascendente con la aorta descendente. Nuestros cirujanos cardiotorácicos pediátricos conectarán las dos porciones separadas de la aorta, cerrarán la comunicación interventricular si está presente y ligarán el conducto arterioso persistente.
El seguimiento a largo plazo por parte de nuestros cardiólogos pediatras es fundamental para evaluar el crecimiento de la región de la válvula aórtica y el cayado aórtico reconstruido. Entre el 10 y el 20 por ciento de los pacientes podría necesitar otra operación o procedimiento para abordar problemas adicionales con estas áreas. Cuando el niño se convierta en adulto, un especialista en anomalías cardíacas congénitas deberá seguir brindándole atención.