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Los neurólogos certificados y con especialización de Norton Children’s son los principales proveedores de atención para el síndrome de Tourette y los trastornos de tics en niños de Louisville, Kentucky y el sur de Indiana.
El Norton Children’s Hospital es el hospital docente pediátrico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Louisville. Nuestros médicos están capacitando a la próxima generación de especialistas pediátricos.
Determinaremos la gravedad del síndrome de Tourette o tic de su hijo y crearemos un plan de tratamiento que minimice los riesgos, para que su hijo pueda volver a ser un niño.
El síndrome de Tourette es un trastorno neurológico que hace que una persona emita vocalizaciones, movimientos y otros tics de forma involuntaria. Los movimientos o vocalizaciones pueden variar de muy leves a muy alborotados y, en ocasiones, involucran autolesiones, como darse bofetadas en el rostro.
El síndrome de Tourette afecta a la mayoría de las personas a lo largo de la vida, y muchos síntomas se manifiestan con intensidad durante la adolescencia.
Los tics son movimientos o sonidos repentinos, repetitivos e involuntarios que pueden afectar cualquier parte del cuerpo. Los tics comunes incluyen parpadeo de los ojos, arrugar o mover la nariz, carraspeo o gruñidos, giro o inclinación de la cabeza.
El inicio de los tics generalmente ocurre en niños en edad escolar. Los tics son más comunes en niños que en niñas. La mayoría de los niños supera los tics al final de la pubertad.
Se desconoce la causa de los tics. Los investigadores sospechan que los factores de riesgo son genéticos y ambientales.
Muchos niños con tics también tienen trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), conductas obsesivo-compulsivas y ansiedad.
Ciertos medicamentos, como los medicamentos estimulantes que se usan para tratar el TDAH, el estrés, la ansiedad, los trastornos del sueño o el cansancio, y llamar la atención sobre los tics pueden hacer que los tics se presenten con más frecuencia.
Su hijo podría describir un impulso o sensación de que está a punto de ocurrir un tic que hace que sienta la necesidad de tener el tic. Muchos niños pueden suprimir los tics por un período.
Nuestro equipo puede diagnosticar los tics a partir de la descripción de los movimientos y sonidos que nos proporcione.
Una descripción del movimiento o sonido, la duración, qué lo mejora o empeora y los síntomas asociados son útiles para hacer el diagnóstico. Un video del evento también puede ayudar al proveedor a hacer el diagnóstico correcto.
En casos poco frecuentes, nuestro equipo puede realizar un electroencefalograma (EEG) para evaluar otros problemas en el cerebro. Dado que las anomalías estructurales del cerebro no causan tics, por lo general no se necesitan imágenes cerebrales.
Por lo general, los tics no se pueden prevenir. Sin embargo, reducir el estrés, no llamar la atención sobre los tics, normalizar los tics y garantizar que el niño descanse y duerma bien puede contribuir en gran medida a mejorar los tics y la calidad de vida.
No existen medicamentos que detengan por completo los tics. Si los tics causan dolor o son graves, nuestro equipo puede recetar medicamentos con el objetivo de reducir la frecuencia y la gravedad de los tics.
Un aspecto importante del tratamiento es abordar el impacto psicosocial que los tics pueden tener en su hijo. Obtener apoyo emocional de familiares, amigos, el neurólogo y un psicólogo o consejero puede ser muy útil.
Es importante que los maestros de su hijo estén informados sobre los tics para que no llamen más la atención sobre ellos. También pueden informarle sobre cómo los tics de su hijo le afectan en la escuela. Puede haber acoso como resultado de los tics y debe abordarse en cuanto la escuela, los padres o el niño lo reconozcan.
Su hijo podría ser derivado a la clínica multidisciplinaria Norton Children’s Tics and Tourette Clinic.