Servicios de medicina del sueño pediátrica

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El servicio de medicina del sueño de Norton Children’s, afiliado a la Facultad de Medicina de la UofL, brinda atención para una variedad de trastornos del sueño en bebés, niños y adolescentes. El Norton Children’s Pediatric Sleep Center está reconocido por la Academia Americana de Medicina del Sueño, el modelo de excelencia para demostrar compromiso con la atención de alta calidad en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos del sueño. Ofrece estudios del sueño para niños de todas las edades.

Nuestro médico del sueño pediátrico con especialización y el personal tienen la capacitación y la experiencia para brindar atención “solo para niños”.

Afecciones pediátricas del sueño que tratamos

  • Insomnio
  • Narcolepsia
  • Parasomnia NREM (sonambulismo, terrores nocturnos)
  • Apnea obstructiva del sueño (respiración alterada)
  • Síndrome de piernas inquietas
  • Otros trastornos del sueño

Insomnio

El insomnio es una dificultad persistente para conciliar el sueño, permanecer dormido o mantener la calidad del sueño, que ocurre a pesar de la oportunidad y las circunstancias adecuadas para dormir. Causa deterioro diurno debido a la somnolencia.

Síntomas del insomnio en niños

Los síntomas del insomnio en los niños incluyen resistencia a la hora de acostarse, despertares nocturnos frecuentes o incapacidad para dormir solos. Puede dar lugar a un desempeño escolar deficiente, problemas de atención y problemas de conducta.

Diagnóstico y tratamiento del insomnio

Hay varias causas posibles para el insomnio en los niños, que incluyen el estrés, el uso de cafeína, efectos secundarios de medicamentos, afecciones médicas y psiquiátricas subyacentes y entorno deficiente para dormir. No hay una prueba específica para diagnosticar el insomnio; se basa en los síntomas y la historia clínica.

El insomnio generalmente se trata con varios abordajes, como crear un buen entorno para dormir (retirar los dispositivos electrónicos del dormitorio, etc.), mantener una rutina constante a la hora de acostarse, enseñar métodos relajantes y terapia conductual.

En este momento, no hay medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos para ayudar a los niños a dormir. Los medicamentos pueden considerarse en circunstancias muy especiales.

Narcolepsia

La narcolepsia es un trastorno del sueño relativamente poco común en los niños. Los niños con narcolepsia suelen experimentar una somnolencia diurna excesiva constante, se duermen a horas inusuales y en lugares incómodos o inapropiados. Se desconoce la causa exacta de esta afección. En algunos casos, se asocia a la falta de una sustancia química específica en el cerebro, llamada “hipocretina”.

Síntomas de la narcolepsia en niños

Los cinco signos más comunes de la narcolepsia son:

  • Somnolencia diurna excesiva marcada por la falta de energía, incluso después de acostarse y estar dormido por un tiempo adecuado o prolongado.
  • Cataplejía, una debilidad o parálisis muscular repentina e incontrolable que se presenta durante el día. La cataplejía a menudo se desencadena por emociones fuertes, como el entusiasmo o la risa. Con pocos signos de advertencia, el niño puede perder el tono muscular, tener la mandíbula floja, dificultad para hablar, rodillas torcidas o debilidad total en el rostro, los brazos, las piernas y el tronco. Estos episodios pueden durar uno o dos minutos, y algunos niños pueden quedarse dormidos después de ellos.
  • Alucinaciones hipnagógicas, que son sensaciones vívidas y oníricas en las que un niño puede oír, ver, sentir u oler una ilusión. Las alucinaciones generalmente ocurren cerca del inicio del sueño.
  • Fragmentación del sueño, que provoca muchos despertares breves a lo largo de la noche que el niño recuerda. El niño podría tener dificultad para volver a dormir.
  • Parálisis del sueño, la sensación de estar despierto y consciente, pero incapaz de moverse. Puede ocurrir durante la transición entre el sueño y la vigilia, y viceversa. Los niños pueden experimentar alucinaciones y sensación de miedo durante la parálisis del sueño.

Diagnóstico y tratamiento de la narcolepsia

La narcolepsia generalmente se diagnostica a través de las siguientes pruebas y observaciones:

  • Un historial de sueño completo
  • Evaluar el horario de sueño en el hogar con un actígrafo, un sensor tipo reloj de pulsera que se usa durante una semana o más para captar los hábitos de sueño y vigilia
  • Diario de sueño
  • Prueba de latencia múltiple del sueño, un estudio del sueño nocturno seguido de una prueba de siesta diurna para evaluar la somnolencia diurna

En algunos casos especiales, se pueden realizar pruebas de líquido cefalorraquídeo o genéticas, pero no son muy comunes.

No existe una cura permanente para la narcolepsia. Sin embargo, los tratamientos pueden ayudar a controlar la vida educativa y social de un niño. Los medicamentos pueden ayudar con la somnolencia diurna excesiva, la cataplejía, la parálisis del sueño y las alucinaciones del sueño. La modificación del comportamiento y la educación entre familiares, amigos y maestros también pueden ayudar a mejorar los síntomas del niño.

Parasomnias NREM

Sonambulismo

El sonambulismo es un comportamiento anormal en el que el niño parece estar despierto en medio del sueño y camina o realiza otras actividades sin ningún recuerdo de haber participado en ellas. El sonambulismo ocurre con mayor frecuencia en el primer tercio de la noche, generalmente durante el sueño de ondas lentas (etapa 3), y puede durar entre 5 y 20 minutos. La mayoría de las veces, el niño se levanta de la cama y deambula. Durante un episodio, el niño también puede:

  • Sentarse en la cama y repetir movimientos torpes.
  • No responder a los comentarios verbales.
  • Hablar dormido.
  • Parecer aturdido.
  • Orinar en lugares indeseables.

El sonambulismo generalmente es causado por la falta de sueño adecuado, sueño interrumpido, apnea del sueño, enfermedad/fiebre aguda, ansiedad, estrés, irse a la cama con la vejiga llena o ciertos medicamentos. La mayoría de los niños dejan de ser sonámbulos en la adolescencia. 

Tratamientos para el sonambulismo

Tener buenos hábitos de sueño y un horario de sueño constante puede ayudar a detener el sonambulismo. El tratamiento del trastorno primario del sueño, si lo hubiera, como la apnea del sueño o el trastorno del movimiento periódico de las extremidades, también puede ayudar. En raras ocasiones, los médicos del sueño pueden recetar un medicamento para ayudar con el sonambulismo. Se deben usar medidas de seguridad, como puertas y rejas para escaleras, para mantener seguro al niño durante un episodio. 

Terrores nocturnos

Los terrores nocturnos, también llamados “terrores del sueño”, son causados por una sobreexcitación del sistema nervioso central durante el sueño. El sueño tiene cinco etapas: las etapas 1 a 4 y la etapa 5, que se conoce como “sueño REM”. El sueño REM es la etapa en que tienen lugar los sueños, incluidas las pesadillas. Sin embargo, los terrores nocturnos son un comportamiento complejo generalmente causado por despertares parciales del sueño de ondas lentas (etapa 3).

Los episodios de terrores nocturnos pueden durar desde unos pocos minutos hasta 30 minutos. Los ojos del niño están abiertos con una mirada vidriosa y confusa. Durante el terror nocturno, un niño también puede llorar, gritar, sacudirse, patear o caminar sonámbulo si se levanta de la cama.

¿Qué causa los terrores nocturnos?

No hay una causa clara para los terrores nocturnos. Suelen presentarse en niños de entre 3 y 12 años, y se resuelven con la edad. Algunos factores que podrían desencadenar un terror nocturno incluyen:

  • Enfermedad aguda (fiebre, resfriado)
  • Vejiga llena
  • Sueño insuficiente
  • Entorno ruidoso para dormir
  • Estrés
  • Algunos medicamentos sedantes

La seguridad de un niño es sumamente importante durante los episodios de terrores nocturnos. Los niños pueden levantarse de la cama y lastimarse. Para protegerlos, asegure las ventanas y use rejas de seguridad en puertas y escaleras. Ayude a su hijo a volver a la cama con la menor interferencia posible y no lo despierte durante estos episodios. 

Cuándo ver a un especialista del sueño para los terrores nocturnos

Mantener un horario de sueño regular y reducir el tiempo frente a las pantallas puede ayudar a detener los terrores nocturnos. En la mayoría de los casos, los terrores nocturnos no requieren tratamiento. Sin embargo, hable con el proveedor de atención primaria de su hijo para saber si necesita una derivación a un especialista del sueño si los terrores nocturnos:

  • Suceden con frecuencia.
  • Están asociados a actividades peligrosas
  • Duran más de 30 minutos.
  • Causan inquietud debido a convulsiones.

Apnea obstructiva del sueño en niños

La apnea obstructiva del sueño (AOS) es una afección en la que hay breves pausas en la respiración de un niño durante el sueño. La respiración generalmente se detiene cuando hay un bloqueo u obstrucción en las vías respiratorias. La AOS puede causar breves despertares del sueño cuando el cerebro detecta cambios en el oxígeno y el dióxido de carbono en la circulación y envía señales a los pulmones para que intenten respirar.

Aunque la AOS ocurre en niños de todas las edades, es más común en niños de entre 2 y 6 años. La causa más común de la AOS en los niños es el agrandamiento de las amígdalas y las adenoides. Otras causas pueden incluir:

  • Reflujo ácido
  • Alergias
  • Tono muscular bajo
  • Estructuras óseas faciales estrechas (comúnmente asociadas a un síndrome craneofacial)
  • Obesidad
  • Cirugía de mandíbula pequeña, fisura palatina o paladar

Síntomas de la apnea obstructiva del sueño en niños

Los síntomas más comunes de la AOS incluyen:

  • Ronquidos
  • Respiración fuerte o pesada
  • Respiración por la boca
  • Pausas en la respiración
  • Sudar más al dormir
  • Enuresis
  • Sueño inquieto
  • Posiciones anormales para dormir (comúnmente vistas en niños con síndrome de Down)
  • Dolor de cabeza matutino
  • Falta de concentración en la escuela
  • Mal desempeño escolar
  • Problemas conductuales

Tratamiento de la apnea obstructiva del sueño

La AOS generalmente se diagnostica con un historial de sueño, un examen de las vías respiratorias superiores y un estudio del sueño. Los tratamientos en niños pueden incluir:

  • Extirpación quirúrgica de amígdalas agrandadas y adenoides
  • Corrección quirúrgica de anomalías de las vías respiratorias superiores
  • Pérdida de peso si el niño tiene sobrepeso
  • Aerosol nasal con esteroides y medicamentos para la alergia
  • CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias): Una mascarilla que se usa sobre la nariz, la boca o ambas durante el sueño. La mascarilla está conectada a una máquina portátil que sopla aire para mantener abiertas las vías respiratorias, lo que permite que el niño respire normalmente mientras duerme.

Síndrome de piernas inquietas

El síndrome de piernas inquietas (SPI) es un tipo de trastorno del movimiento en el que el niño experimenta una sensación de urgencia incómoda en las piernas. La sensación se describe como deslizamientos, tirones, reptación, picazón, calambres, dolor, ardor, burbujeo, hormigueo o molestias, lo que provoca la necesidad de mover las piernas. Suele ocurrir a la hora de acostarse o tras estar sentado durante mucho tiempo. La urgencia por lo general mejora al estirar, dar vueltas, caminar, frotar o masajear la pierna.

Diagnóstico y tratamiento del síndrome de piernas inquietas

El SPI puede impedir que un niño se duerma y, a veces, puede despertarlo. La causa exacta del SPI no está clara. Sin embargo, puede estar relacionado con niveles bajos de hierro y otras afecciones médicas o efectos secundarios de medicamentos. En ocasiones, el SPI es hereditario y tiene un origen genético.

No existe una prueba de diagnóstico específica para el SPI, ya que generalmente se puede diagnosticar a través de la historia clínica. Se puede examinar al niño por deficiencia de hierro. Un estudio del sueño podría ser útil en algunos casos para ver si se trata de un trastorno de movimientos periódicos de las extremidades (TMPE). El TMPE consiste en calambres o sacudidas repetitivas de las piernas durante el sueño. El TMPE es el único trastorno del movimiento que ocurre solo durante el sueño.

El tratamiento del SPI consiste en adoptar hábitos adecuados a la hora de acostarse, reducir el consumo de cafeína, aplicar una almohadilla térmica o una compresa fría y masajear. Es posible que el niño deba dejar de tomar medicamentos que pueden causar el SPI. Se puede recetar un suplemento de hierro si es necesario.

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