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La neutropenia es una afección caracterizada por un nivel bajo de neutrófilos, un tipo de glóbulo blanco. El papel principal de los neutrófilos es combatir ciertas infecciones causadas por virus o bacterias. Para esto, los neutrófilos rodean y destruyen la bacteria o el virus.
La neutropenia ocurre cuando:
La neutropenia puede hacer que un niño sea más vulnerable a las infecciones. Incluso las bacterias normales de la boca y el tubo digestivo pueden causar enfermedades graves en niños con neutropenia.
Un proveedor de atención médica puede sospechar un problema con los neutrófilos de un niño si este tiene infecciones frecuentes o poco comunes, como infecciones en la sangre. En ese momento, el proveedor puede realizar pruebas para confirmar la neutropenia, que incluyen:
Según la causa y la gravedad, es posible que la neutropenia no necesite tratamiento. La mayoría de los niños desarrollan neutropenia después de combatir una infección. Con el tiempo, el organismo repone los neutrófilos a niveles normales. Sin embargo, hasta que se repongan los neutrófilos, un niño necesitará atención por cualquier infección que tenga durante ese período.
Los niños con neutropenia debida a un trastorno de la sangre, de la médula ósea o del sistema inmunitario recibirán tratamiento para su afección específica.
Los niños con ciertos tipos hereditarios de neutropenia se tratan con factor de crecimiento. El factor de crecimiento de neutrófilos aumenta la cantidad de glóbulos blancos que produce el cuerpo. Se administra como una inyección subcutánea.
Como sede del programa de hematología pediátrica líder del estado, Norton Children’s ofrece atención sofisticada para su hijo, que incluye: