Envíe una solicitud o llame para programar una cita.
After eight years treating Louisville girl, glioma care team is confident about her prognosis
For Savannah Garner’s glioma care team, the goal is to continue on her current treatment path toward the end of high school, when the chance of tumors growing again greatly diminishes.
Términos como “benigno” o “maligno” no son muy útiles para describir tumores de la médula espinal o del cerebro. Dados los estrechos límites del cráneo alrededor del cerebro o de las vértebras que rodean la médula espinal, incluso los tumores benignos o de crecimiento lento pueden causar problemas graves.
La Norton Children’s Neuro-Oncology Clinic reúne a todos los especialistas de su hijo en un solo lugar. Este enfoque multidisciplinario garantiza que un equipo variado de médicos pueda analizar las últimas investigaciones y opciones de tratamiento para su hijo.
Su familia será una parte importante del proceso de toma de decisiones. Los médicos certificados y con especialización de la Norton Children’s Neuro-Oncology Clinic atienden a su hijo y a su familia en un entorno integral, conveniente y comprensivo.
Los niños y adolescentes experimentan el cáncer de manera diferente a los adultos. Por eso, su equipo del Norton Children’s Cancer Institute, afiliado a la Facultad de Medicina de la UofL, creará un plan de tratamiento más efectivo para destruir las células cancerosas.
Los tumores cerebrales son los tumores sólidos más comunes en niños menores de 15 años. Dan cuenta de alrededor del 20% de todos los cánceres diagnosticados en este grupo etario.
La mayoría de los tumores cerebrales no suelen diseminarse a otras partes del cuerpo (metástasis). Sin embargo, tienden a reaparecer localmente o a extenderse a otras áreas del cerebro o la médula espinal.
Los tumores cerebrales y de la médula espinal a menudo causan síntomas porque presionan los órganos vecinos. Algunos de los síntomas en niños con tumores cerebrales y de la médula espinal incluyen fuertes dolores de cabeza que empeoran por la mañana, cambios en la personalidad y el comportamiento, debilidad o entumecimiento de ciertas partes del cuerpo, dificultad para caminar o mantener el equilibrio, problemas del habla, cambios en la visión y convulsiones.
Es probable que un cirujano extirpe una parte del tumor para que la examine un patólogo. Esta información ayudará a realizar el diagnóstico y guiará el tratamiento.
Una vez que se establece el diagnóstico específico, es posible que se necesiten otras pruebas para determinar si el tumor se ha diseminado a otros órganos del cuerpo. Las pruebas adicionales también ayudarán a evaluar el funcionamiento de otros sistemas del cuerpo antes de comenzar cualquier terapia posterior.
El Norton Children’s Cancer Institute y el Norton Children’s Neuroscience Institute, afiliados a la Facultad de Medicina de la UofL, trabajan juntos para crear un plan de tratamiento específico para su hijo.
Cirugía – El cirujano intentará extirpar la mayor cantidad de tumor posible, sin dañar ningún tejido sano cercano. El cirujano puede usar técnicas mínimamente invasivas, como la ablación con láser, según la ubicación del tumor.
Radiación – Usamos radiación guiada con precisión que puede mapear la forma de un tumor cerebral o de la médula espinal y administrar la dosis correcta a su hijo con menos riesgo de dañar los tejidos circundantes.
Quimioterapia – Usamos los medicamentos más recientes y avanzados para destruir o detener el crecimiento de un tumor cerebral o de la médula espinal. Actúa interfiriendo con la capacidad de las células cancerosas para dividirse y duplicarse. En algunos casos, el oncólogo dirigirá la quimioterapia directamente al tumor cerebral o de la médula espinal.
La quimioterapia puede disminuir el tamaño de los tumores para una extirpación quirúrgica más fácil y segura, potenciar otros tratamientos, como la radioterapia, y controlar el tumor y mejorar la calidad de vida del paciente.
Neurocirugía pediátrica