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Las caries son la enfermedad infantil crónica más común, según la Academia Americana de Odontología Pediátrica. Las caries son cinco veces más comunes que el asma. Los niños con mala higiene bucal tienen tres veces más probabilidades de faltar a la escuela. Los niños y las familias tienen un arma secreta para ayudar a prevenir las caries dentales de manera temprana: una buena higiene bucal y flúor.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) designaron al agua fluorada comunitaria como uno de los 10 logros más importantes en salud pública del siglo XX. La investigación y la evidencia científica muestran que el flúor es seguro y efectivo para prevenir las caries en niños y adultos. El flúor y el cuidado preventivo son esenciales para una boca y un cuerpo sanos.
El servicio de prevención y bienestar de Norton Children’s trabaja con los consultorios de Norton Children’s Medical Group en Louisville y el sur de Indiana para que los tratamientos con flúor estén disponibles durante las visitas anuales de bienestar. Además de un tratamiento con flúor e instrucciones sobre cómo cepillarse los dientes y usar el hilo dental, los niños también reciben una derivación a un consultorio odontológico.
Mientras se desarrollan los dientes debajo de las encías, el agua fluorada ayuda a fortalecer la estructura dental que se está construyendo. Para los dientes por encima de las encías, beber agua fluorada todos los días ayuda a mantener los dientes fuertes porque reemplaza las células debilitadas con células más fuertes donde el esmalte dental ha comenzado a descomponerse.
El uso de dentífrico con flúor también fortalece los dientes, junto con los barnices de flúor aplicados por un profesional dental. El barniz de flúor tiene una concentración más fuerte de flúor y puede ayudar a disminuir la posibilidad de caries en un 30%. El cepillado regular y el uso del hilo dental en casa también son fundamentales para mantener una sonrisa saludable.
Practicar una buena higiene bucal es la mejor manera de mantener los dientes y las encías saludables. Estos son algunos consejos para ayudar a todos los miembros de la familia a comenzar con una rutina bucal saludable:
Cepíllese los dientes al menos dos veces por día y use hilo dental. Cepíllese los dientes todos los días por la mañana y por la noche. Muéstrele a su hijo cómo cepillarse los dientes y luego pídale que se cepille solo. La mayoría de los niños son capaces de cepillarse correctamente por sí mismos alrededor de los 6 o 7 años. Es posible que un adulto necesite ayudar con el uso del hilo dental.
Use la cantidad correcta de dentífrico. Use una gota del tamaño de un grano de arroz de dentífrico con flúor para niños de hasta 3 años. Los niños de 3 años en adelante necesitan una cantidad de dentífrico del tamaño de un guisante.
Comience los controles dentales temprano. El primer control dental preventivo de su hijo debe realizarse a la edad de 1 año. Si bien los bebés todavía no tienen todos los dientes, es importante que un dentista evalúe su salud bucal lo antes posible para disminuir la posibilidad de caries en el futuro.
Limite las bebidas azucaradas y los dulces. El azúcar ayuda a que las bacterias crezcan. Limite las bebidas con mucha azúcar, como jugos, bebidas deportivas y gaseosas, reemplazándolas con agua del grifo. Minimice los dulces y los alimentos con azúcar agregada para ayudar a prevenir las caries y promover una dieta más saludable.
Tenga cuidado con las bacterias compartidas. Compartir bacterias es un problema común que puede propiciar las caries tempranas. Nacemos con ciertas bacterias y estamos expuestos a otros tipos de ellas, generalmente de los cuidadores o familiares. Limite las ocasiones de compartir cubiertos, dar besos en la boca y otras instancias de compartir saliva para limitar la exposición a nuevas bacterias.